Pérdida de grasa y hábitos de vida

La mayoría de los pacientes que acuden por primera vez a la consulta indican que comen de manera muy saludable pero no consiguen bajar de peso.

Un plan nutricional pautado por un profesional debe ser sano, equilibrado, variado, personalizado, palatable, funcional y sostenible y respetuoso con el medio ambiente, y eso es lo que se garantiza en la prescripción dietética que se diseña a los pacientes.

En consulta, el primer paso consiste en realizar una anamnesis exhaustiva. En ella se incluyen no sólo aspectos claves sobre nutrición sino también un análisis del paciente en su conjunto, lo que aporta un enfoque integrativo. Se analizan y estudian los antecedentes personales, el estilo de vida, los tratamientos farmacológicos y suplementos, signos irritativos, la función osteoarticular, la función cutánea, la función digestiva, la función inmunitaria y la función hepática. También se realiza una valoración antropométrica y un registro de la historia dietética. Además, se solicita una analítica de sangre y pruebas médicas relevantes de los últimos seis meses, con el objetivo de obtener una  valoración global de los parámetros bioquímicos y clínicos.

A continuación:

• • • • Si la consulta es presencial, se realiza una valoración antropométrica completa en la que se analiza la composición corporal (%grasa corporal, %agua corporal, masa muscular, complexión física, masa ósea, metabolismo basal, grasa visceral y edad metabólica, etc.) mediante la utilización de una báscula de bioimpedancia eléctrica y otros instrumentos de medida.
      • Además de lo anterior, se realiza un registro de la historia dietética (cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos, hábitos de consumo y varios recuerdos de 24 horas para realizar una valoración nutricional en profundidad).
      • Se enseña a comer de manera saludable, a reemplazar los alimentos desfavorables por otros de alta calidad nutricional y a adecuar sus cantidades, con el objetivo de llegar a un déficit calórico que provoque la bajada de grasa corporal.
      • Se aportan estrategias nutricionales para combinar los alimentos, de tal manera que provoquen saciedad y se pueda evitar la sensación de tener “hambre” a todas horas. Se enseñará a potenciar el horno de nuestro cuerpo, la masa muscular, aumentando el gasto calórico, potenciando el metabolismo basal. Además, el plan nutricional lleva adjunto unas estrategias nutricionales para poder comer fuera de casa sin tener que sufrir en exceso.
      • Se presta atención a otros factores que pueden influir en la eficacia de la pérdida de peso, como es el buen descanso, el estrés y la microbiota intestinal. Esta última puede ser analizada y estudiada de manera exhaustiva, llegando un poco más lejos y buscando otros factores influyentes en el sobrepeso y/u obesidad, como puede ser la disbiosis intestinal.
      • Siempre se aplican los principios de la medicina integrativa, de modo que el paciente pueda beneficiarase de la potenciación de la salud global mejorando la calidad de vida. Si es necesario se deriva a otros profesionales sanitarios, principalmente médicos, psicólogos/as así como a preparadores físicos.

Con toda esta información se puede elaborar un plan nutricional personalizado que se adapta al paciente, no al revés, lo que se refleja en una mejor adherencia al plan y una gran motivación, en consecuencia, los objetivos planteados inicialmente son conseguidos. No sólo el paciente se encuentra mejor consigo mismo, sino que el cansancio desaparece, aumenta de manera exponencial la energía, los tratamientos son más eficaces y suelen mejorar los síntomas gastrointestinales e incluso las migrañas. En definitiva, el objetivo principal es que el paciente no vuelva a decir “ESTOY A DIETA”.