Enfermedades  autoinmunes

 Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que nuestro sistema de defensa “ataca” a nuestro organismo al reconocerlo como extraño.

Evaluación integral en enfermedades autoinmunes

El proceso de consulta y evaluación integral en enfermedades autoinmunes comienza con una anamnesis exhaustiva y una evaluación clínica detallada.

Anamnesis exhaustiva y evaluación clínica

El primer paso consiste en realizar una anamnesis exhaustiva. En ella se incluyen no sólo aspectos claves sobre nutrición sino también un análisis del paciente en su conjunto, lo que aporta un enfoque integrativo. Se analizan y estudian los antecedentes personales, el estilo de vida, los tratamientos farmacológicos y suplementos, signos irritativos, la función osteoarticular, la función cutánea, la función digestiva, la función inmunitaria y la función hepática. También se realiza una valoración antropométrica y un registro de la historia dietética. Además, se solicita una analítica de sangre y pruebas médicas relevantes de los últimos seis meses, con el objetivo de obtener una  valoración global de los parámetros bioquímicos y clínicos. 

Evaluación de la microbiota y permeabilidad intestinal 

Además, en muchas ocasiones, la enfermedad autoinmune cursa concomitantemente con un aumento de la permeabilidad de la mucosa intestinal a las lectinas (gluten, trigo, el maíz, los productos lácteos con caseína tipo A1, la soja sin fermentar, cacahuetes, anacardos, solanáceas). Existe la posibilidad de solicitar una valoración de la microbiota intestinal mediante analítica de heces para analizar una posible disbiosis y tratar el síndrome del intestino permeable.

El tratamiento para enfermedades autoinmunes se centra en cinco pilares básicos:

1. Nutrición específica para patología autoinmune según cada caso y cada patología a tratar. Se pauta un completo plan nutricional donde se eviten los alimentos proinflamatorios y se potencien los llamados “medicalimentos”. Se trata, por tanto, de una dieta antiinflamatoria y personalizada, que junto con la medicación, colabora en disminuir la proteína C reactiva. En muchos casos, si el paciente padece sobrepeso u obesidad, puede también pautarse una dieta de restricción calórica para disminuir exponencialmente dicha inflamación.

2. Práctica de la meditación y/o yoga y exposición a la naturaleza. Recientes estudios demuestran una gran mejora de parámetros inflamatorios con la de esta dos actividades, que mejoran el pronóstico de enfermedades autoinmunes por su papel inmunomodulador.

3. Importancia de la vitamina D. Existen numerosos estudios científicos que demuestran que la deficiencia de vitamina D puede empeorar las enfermedades autoinmunes, por tanto, es uno de los primeros parámetros que se solicita.

4. Buen descanso. Dormir menos de lo que se necesita causa inflamación. Una de las prioridades es conseguir que el paciente tenga un sueño de calidad y reparador. Se enseñan estrategias para mejorar el sueño mediante la higiene del sueño y la prescripción de suplementos indicados según el tipo de despertar nocturno.

5. Potenciación del movimiento y del ejercicio físico. Se enseñan estrategias para potenciar el metabolismo basal y aumentar el NEAT (Non Exercise Activity Thermogenesis), energía empleada en todas aquellas actividades del día a día que no corresponden con la práctica deportiva.

Por tanto, un buen seguimiento farmacoterapéutico y un plan nutricional, junto a una buena gestión del estrés, regulación de ritmos circadianos, mejora del descanso o la práctica de ejercicio físico adecuado, permitirá al paciente disminuir los síntomas de este tipo de enfermedades: inflamación, fatiga, dolores musculares, hinchazón, etc. Este tratamiento integral consigue mejorar la calidad de vida del paciente, estimula la función inmunológica, reduce la formación y circulación de complejos inmunes y hace que el paciente gane en energía y vitalidad.

Enfermedades autoinmunes más tratadas en consultas

• Esclerosis múltiple

• Esclerosis sistémica

• Diabetes mellitus tipo 1

• Enfermedad de Graves

• Celiaquía

• Enfermedad de Crohn

• Enfermedades reumatológicas con componente autoinmune como: espondilits anquilosante, artritis reumatoide, lupus…