Diabetes mellitus tipo 1 y 2

La diabetes es un conjunto de enfermedades metabólicas caracterizadas por el aumento de glucosa en sangre (hiperglucemia), causada por una deficiente secreción de la hormona insulina, una resistencia a la acción de la misma o una mezcla de ambas. Para el tratamiento de la diabetes existen cuatro pilares fundamentales: el ejercicio físico, la educación diabetológica, la medicación y la dieta. Sin embargo, esta última es el aspecto que se descuida con más frecuencia.

En consulta, el primer paso consiste en realizar una anamnesis exhaustiva. En ella se incluyen no sólo aspectos claves sobre nutrición sino también un análisis del paciente en su conjunto, lo que aporta un enfoque integrativo. Se analizan y estudian los antecedentes personales, el estilo de vida, los tratamientos farmacológicos y suplementos, signos irritativos, la función osteoarticular, la función cutánea, la función digestiva, la función inmunitaria y la función hepática. También se realiza una valoración antropométrica y un registro de la historia dietética. Además, se solicita una analítica de sangre y pruebas médicas relevantes de los últimos seis meses, con el objetivo de obtener una  valoración global de los parámetros bioquímicos y clínicos.

Una vez hecho esto se elabora un plan nutricional tan normal, sano y equilibrado que, salvo en algunos aspectos, es aconsejable para cualquier otra persona y no SUPONE un coste económico adicional. De esta manera se ayuda a los pacientes a disminuir los valores de insulina y fármacos antidiabéticos, aunque este paso siempre se realiza en colaboración con el médico endocrino.

El plan nutricional tiene los siguientes objetivos:

• • • • Reducir el peso en pacientes diabéticos con obesidad o sobrepeso mediante la modificación del orden de ingesta de los grupos de alimentos (con el fin de retrasar el pico de glucosa) y mediante la limitación de la cantidad de alimentos con alta carga glucémica. No se debe dejar de insistir en el ejercicio diario, favorecer el descanso y tratar el estrés.
      • Enseñar al paciente a identificar los hidratos de carbono simples y empoderarlo para que combine los grupos de alimentos (hidratos de carbono, proteínas y grasas) de tal manera que no se produzcan picos de azúcar durante el día.
      • Aportar estrategias nutricionales para combinar los alimentos, de tal manera que provoquen saciedad y se pueda evitar la sensación de tener “hambre” a todas horas. Se enseñará a potenciar el horno de nuestro cuerpo, la masa muscular, aumentando el gasto calórico, potenciando el metabolismo basal. Además, el plan nutricional lleva adjunto unas estrategias nutricionales para poder comer fuera de casa sin tener que sufrir en exceso.
      • Atender a otros factores que pueden influir en la eficacia de la pérdida de peso, como es el buen descanso, el estrés y la microbiota intestinal. Esta última puede ser analizada y estudiada de manera exhaustiva, llegando un poco más lejos y buscando otros factores influyentes en el sobrepeso y/u obesidad, como puede ser la disbiosis intestinal.