Nutrición deportiva

El deporte genera innumerables beneficios físicos, hormonales y psicológicos, pero, ¿sabías que también aporta beneficios a tu microbiota intestinal y que, a su vez, una microbiota sana mejorará tu rendimiento? Las personas deportistas tienen unos requerimientos nutricionales específicos, que al ser planificados y pautados les ayudan a conseguir objetivos, mejorar marcas, ganar partidos y levantar trofeos, pero a menudo olvidan que una microbiota sana es un factor fundamental para obtener más energía, mejorar el rendimiento y, por tanto, obtener el resultado deseado.

En consulta, en primer lugar se realiza una anamnesis exhaustiva, que implica un estudio profundo de hábitos de vida, alimentación, descanso, situación laboral, de cada caso, teniendo en cuenta el momento de la temporada en el que se encuentra el deportista (ya que las necesidades no son las mismas en la etapa de precompetición, compitiendo o en fase de recuperación). A continuación, se toman las medidas de composición corporal mediante una báscula de bioimpedancia.

En función de la práctica deportiva realizada se calculan las necesidades de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) teniendo en cuenta el momento de la temporada en el que se encuentra el deportista (ya que las necesidades no son las mismas en la etapa de precompetición, compitiendo o en fase de recuperación). Además, se debe tener en cuenta que no supone lo mismo un deporte de resistencia, en el que se utiliza un metabolismo aeróbico que necesita como sustrato energético grasas, carbohidratos y tener las reservas de glucógeno llenas, que practicar un deporte de fuerza (componente anaeróbico explosivo), que necesitará un correcto reajuste de hidratos y de proteínas para conseguir una óptima nutrición muscular.

También se calculan las necesidades fisiológicas de los micronutrientes (vitaminas y minerales), ya que son fundamentales pues intervienen en las reacciones metabólicas para la obtención de energía. Algunos de los micronutrientes más relevantes en la nutrición deportiva son el zinc, selenio, vitaminas C y E, y compuestos fenólicos y catequinas.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es calcular las necesidades hídricas. La deshidratación es frecuente en deportistas y es la primera causa del empeoramiento en el rendimiento deportivo, y además puede suponer un grave riesgo para la salud. Se pautará el tipo de bebida y el momento del día en el que se deben reponer los electrolitos más necesarios como son el sodio, potasio y cloro. Se prestará especial atención a deportistas con intolerancias.

Tampoco debemos olvidar las necesidades en cuanto a la suplementación deportiva. La suplementación no debería sustituir a una correcta alimentación, sin embargo, existen suplementos que científicamente han demostrado ser efectivos para determinados fines y pueden ser utilizados. Algunos de los prescritos en consulta (de manera individualizada  y siempre teniendo en cuenta interacciones con fármacos, contraindicaciones e intolerancias) son: bebidas isotónicas, whey protein, aminoácidos ramificados o BCAAS, monohidratos de creatina, cafeína, bicarbonato sódico y citrato y micronutrientes en caso de presentar déficit.

Por último, y no por ello menos importante, se analiza y evalúa la calidad de la microbiota. Es frecuente que los problemas gastrointestinales en deportistas resten capacidad de rendimiento. Se analizarán estos problemas y se prescribirán alimentos de alta calidad nutricional, adecuados para solventar problemas de esta índole, minimizando el riesgo futuro de lesión, aumentando el bienestar y la calidad de vida.